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[redesastres-l] La FAO promueve una hoja de ruta para combatir las enfermedades zoonóticas
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| Creado en 11 Febrero 2016
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Subject: | [redesastres-l] La FAO promueve una hoja de ruta para combatir las enfermedades zoonóticas |
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Date: | Thu, 11 Feb 2016 10:27:26 -0500 |
From: | María Antonia Abeledo < Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla. >; |
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La FAO promueve una hoja de ruta para combatir las enfermedades
zoonóticas
Los expertos se centran en frenar las enfermedades emergentes
transmitidas por animales, como el Ébola y el MERS
28 de enero de 2016, Roma – La amenaza de enfermedades infecciosas
transmitidas por animales, como el Ébola y el coronavirus del síndrome
respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) tiene visos de continuidad, y
en el futuro pueden producirse más brotes y sin duda aparecerán nuevas
amenazas, según advirtió hoy Juan Lubroth, Jefe del Servicio veterinario
de la FAO, preguntándose si el mundo está preparado para detectarlas y
evitar su propagación.
Para evaluar y gestionar mejor este tipo de brotes en el futuro, los
responsables de las políticas deben fomentar un programa de
investigación integrado que determine lo que sabemos y lo que sobre la
dinámica de transmisión y los patrones de propagación de las dos
epidemias recientes, así como promover la colaboración y redes de
vigilancia y diagnóstico más sólidas, según la FAO, que gracias a los
fondos y el patrocinio de la Agencia de los Estados Unidos para el
Desarrollo Internacional (USAID), reunió este mes en Roma a
investigadores y responsables de políticas de todo el mundo en unas
jornadas técnicas sobre el Ébola y el MERS.
"Existen varias lagunas importantes en nuestro conocimiento de cómo se
transmiten estas enfermedades, tanto para los seres humanos como para
las potenciales especies animales huéspedes, así como sobre su
epidemiología y el riesgo que pueden suponer para la inocuidad
alimentaria, así como la seguridad alimentaria de las poblaciones que
dependen de la ganadería o la caza", señaló Lubroth.
La FAO insta desde hace tiempo a intensificar la colaboración y el
intercambio de información. Las reuniones de este mes fueron más allá,
tratando temas que incluyeron desde métodos diagnósticos epidemiológicos
y de laboratorio a las cadenas de suministro y estudios de
comportamiento. Los participantes contribuyeron a elaborar un mapa
integrado de las actividades en curso y previstas en el ámbito de la
investigación de laboratorio, desarrollo de ensayos, vigilancia,
formación, comprensión de las prácticas de riesgo e identificación de
medidas preventivas.
La investigación es clave para comprender y mitigar el riesgo de
enfermedades infecciosas emergentes en animales y humanos, según Andrew
Clements, Asesor Técnico de la Oficina para la Salud Global de la USAID.
"Un elemento clave –dijo- de la comprensión del riesgo está en coordinar
el uso de diagnósticos y vigilancia de animales y humanos y comprender
cómo las cadenas de valor de los animales pueden contribuir a la
propagación de enfermedades de los animales a las personas".
"Al mismo tiempo, debe fortalecerse la capacidad de los países para
prevenir, detectar y responder a las amenazas de enfermedades
infecciosas. La FAO y la USAID han trabajado juntos con éxito durante
los últimos 10 años para llevar a cabo este tipo de actividades", añadió
Clements, poniendo como ejemplo la respuesta a la gripe aviar H5N1 en
Asia.
El Servicio de Sanidad Animal de la FAO está promoviendo un esfuerzo
concertado para identificar exactamente qué animales sirven como
reservorios o huéspedes intermediarios de un virus, su distribución
geográfica, los comportamientos humanos y animales que favorecen la
transmisión, así como los mecanismos de transmisión viral y los factores
ecológicos y sociales que apoyan o mitigan los brotes.
El virus del Ébola
El brote de 2014-15 de la enfermedad del virus del Ébola (EVE) en África
occidental se cobró más de 11 000 vidas e infectó a más del doble de
personas, según la OMS. Mientras que existe un amplio consenso sobre que
el aumento de los brotes de Ébola desde 1994 está relacionado con un
mayor contacto entre las personas y los animales silvestres infectados a
raíz de la intrusión en partes boscosas de África, la cuestión sigue
siendo si la ecología del virus ha cambiado en el contexto de la
urbanización y las políticas de ordenación de la tierra.
Tampoco se sabe si los animales domésticos pueden verse infectados con
el virus en las condiciones existentes sobre el terreno. Los estudios
experimentales muestran que los cerdos infectados con la EVE pueden
transmitir la enfermedad a otros cerdos y primates no humanos, al tiempo
que se sabe que los perros desarrollan una reacción inmune en las zonas
afectadas por los brotes, pero su papel en las redes de contagio nunca
ha sido demostrado.
Estas preguntas y otras cuestiones pertinentes se abordarán en los
próximos años y la reunión de Roma allanó el camino para una futura
colaboración entre los investigadores y los equipos sobre el terreno. La
FAO contribuirá a través de un importante programa de campo para
comprender mejor la dinámica de la enfermedad en la interfaz entre las
personas, los animales y el entorno que comparten. Incluyendo la fauna
silvestre, ya que la caza es ampliamente considerada como uno de los
principales factores de riesgo para el contacto con el Ebola, ya que la
carne de animales silvestres supone una importante fuente de nutrición
de calidad para muchas comunidades. En este sentido, la FAO está
desarrollando también material de comunicación de riesgos que permita un
enfoque rápido y culturalmente apropiado con la población local.
El síndrome respiratorio de Oriente Medio
El coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio
(MERS-CoV, por sus siglas en inglés), una amenaza emergente para la
salud pública mundial que causa neumonía viral grave en los seres
humanos, se detectó por primera vez en Arabia Saudita en 2012. Desde
entonces han muerto más de 500 personas por la enfermedad y se han
confirmado casi tres veces más casos en humanos, el última en un omaní
que estaba de visita en Tailandia.
Varios estudios han indicado que los dromedarios o sus productos son la
vía principal de propagación para las infecciones humanas, aunque -como
en el caso de la EVE- los murciélagos no se pueden excluir como posible
reservorio.
El MERS-CoV afectó principalmente a las personas en Arabia Saudita, pero
también en los vecinos Qatar, Jordania, Omán y Yemen. También se
registraron casos entre la población en Europa, Asia y América del Norte
que habían viajado a la región de Oriente Medio. Sin embargo, la
preocupación es mayor debido el posible vínculo con los camellos, cuyas
poblaciones más numerosas se encuentran en Somalia, Sudán, Kenia y Níger
y son especies ganaderas muy importantes para el sustento, la cultura y
la forma de vida de la población. Sin embargo, los participantes de la
reunión instaron a prestar mayor atención al sector camellero,
incluyendo reglamentos más adecuados para la sanidad y el comercio.
La reunión de la FAO acordó realizar estudios comparativos de África y
Oriente Medio para entender por qué no se han señalado casos humanos de
MERS en África a pesar de la presencia de camellos que dieron positivo
para el virus. En base a declaraciones anteriores, se acordó también
promover una vigilancia más activa sobre el terreno para comprender
mejor los patrones de transmisión, la duración de la inmunidad, la gama
de huéspedes y las diferentes formas en que los camellos se crían y
participan en las cadenas comerciales y de valor. También se decidió
desarrollar más pruebas serológicas, establecer biobancos que alberguen
múltiples tipos de muestras, realizar infecciones experimentales con
varias cepas para determinar fenotipos, y desarrollar herramientas
moleculares.
Como seguimiento de la reunión, la FAO y la Organización Mundial de
Sanidad Animal (OIE) explorarán la creación de una red científica y
técnica sobre el MERS.
http://www.fao.org/news/story/es/item/381521/icode/